Las hormigas arrieras o cortadoras de hojas (géneros Atta y Acromyrmex), también llamadas chancharras y por muchas personas y chicatanas con menor frecuencia, son un problema cotidiano en los jardines de aceras tanto como en camellones y parques. Es de todos conocidos sus efectos que aparecen literalmente, de la noche a la mañana, pues las hormigas suelen trabajar rápidamente de noche a resguardo de los rayos solares, dejando defoliados los arbolitos rápidamente; fenómeno muy común sobre los cítricos que abundan plantados por doquier, entre otras especies. Existen muchos métodos de control probados, desde los químicos hasta los orgánicos y biológicos. Abunda la literatura electrónica sobre estos en internet, por lo que puede se puede buscar con facilidad un método asequible para el caso. Con éstos se puede controlar la actividad de las arrieras por varias semanas, pero opte preferentemente por los métodos más inocuos para el ambiente, como el uso de especies vegetales repelentes o tóxicas para estas hormigas.

Descortezador de hojas

Un Fórido (díptero), como control biológico, potencialmente viable.
Un escudo de cobre, un hilo de bobina al rededor del tronco.