Reportada en nuestra área hace apenas 4 años. Se ha convertido en un factor coadyuvante para la declinación de los eucaliptos, sumándose a la plaga de la conchuela. El insecto provoca tumores en los tejidos, conocidos como agallas que se desarrollan en ramillas tiernas cerca de las hojas nuevas o sobre la nervadura principal de estas hojas. En estas agallas el insecto pincha y deposita huevecillos de donde surgen las nuevas avispas. Su efecto negativo es la detención del crecimiento de nuevas hojas en la ramilla, afectando por consecuencia el proceso fundamental de la fotosíntesis para la sobrevivencia del árbol. Aunque las avispas prefieren depositar sus huevecillos sobre retoños en la base de los árboles, también parasitan sobre los retoños en ramas altas. Un paso inicial para el control de esta avispa es eliminar manualmente las hojas con agallas que se encuentran en los retoños bajos de los árboles, antes de que emerjan nuevas avispas.
Oviposita
en las nervadura de los brotes de hojas del eucalipto, propiciando agallas en
forma de protuberancias, induciendo un enrrollamiento de las hojas